
Una vela es una fuente de
iluminación consistente en una mecha que asciende por el interior de una barra
de combustible sólido, como puede ser la cera, la grasa o la parafina (el más
habitual en la actualidad).
La palabra vela o cirio, procede
del latín (candere) y su significado es brillar. Desde el tiempo de nuestros
antepasados los romanos y los griegos se han utilizado medios de iluminación
para el interior de la casas y posteriormente se están consumiendo incluso
dentro de los santuarios y templos y en casi todas las ceremonias de cultos y
rituales de prácticamente todas las religiones tanto orientales como
occidentales.
En la antigua Francia se
utilizaban las velas fabricadas con la cera de las abejas. En la Edad Media en
Asia se utilizaban velas hechas a base de grasa animal (sebo). A mediados del
siglo XVIII se comenzaron a fabricar con una preparación a base de parafina,
ácido esteárico (ácido sólido graso) y en ocasiones cera de abejas, aceites
animales hidrogenados u otros materiales.
La vela, cuando se usa para un ritual o
trabajo, debe encenderse con una cerilla o alguna ramita prendida y no debe
apagarse soplando o comprimiendo la mecha con los dedos, debe hacerse con un
apagador de velas de metal, que actualmente se pueden encontrar sin problemas
en el mercado y que suelen ser de bronce, mientras no dispongamos del apagador,
podemos utilizar un pequeño vaso o copa de cristal o mental.
En los rituales con velas es muy
importante tener en cuenta cual es el color que se utiliza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario